viernes, 24 de junio de 2011

Curso La imagen fija y sus relaciones presemióticas con las cosas

Tipo de curso y modalidad: seminario

Docente responsable, a cargo: Dr.Fernando Fraenza

Fecha y Horario: 30 de junio y 1º de julio de 18:00 a 22:00 hs.

2 de julio de 9:30 a 13:30 hs.

Lugar: Aulas CEA


Resumen de contenidos:

El cometido fundamental de este curso es introducir o hacer progresar a los doctorandos en el conocimiento y en los enfoques semióticos específicos de la imagen. En esta oportunidad no tanto –como podría esperarse según la koiné contemporánea- de la imagen en cuanto enunciado constituyente de lo que se ha dado en llamar el discurso social o la visibilidad de una época o formación histórica. Por el contrario, como lo menciona el propio nombre del seminario, intentaremos ahora preguntarnos por la base misma del funcionamiento semiótico de las imágenes, atendiendo a sus relaciones pre-semióticas o pre-lingüísticas con las cosas; para discurrir luego acerca de las consecuencias de orden filosófico y epistemológico provocadas por tales preguntas –y sus respuestas- en la disciplina semiótica. Dicho de otro modo: eludiremos parcialmente el actual contexto de debate acerca del rol de las imágenes en el discurso de las sociedades tardo-capitalistas o post-burguesas (Objeto dinámico como terminus ad quem), y nos concentraremos en desentrañar algunos problemas persistentes en la teoría de la hipoiconicidad peirciana (Objeto dinámico como terminus a quo). Como decimos, sin olvidar que la historia de la imagen en tanto problema semiótico (el debate entre iconófilos e iconoclastas)[1] acompaña las discusiones epistemológicas y metodológicas del conjunto de la disciplina.

Todo comenzó, aparentemente, cuando Barthes en sus célebres ensayos sobre la fotografía (1960) y sobre un anuncio de pasta Panzani (1963) sostuvo, como al descuido, que el lenguaje visual era un lenguaje sin código, sugiriendo que la semiótica (la semiología) debía -simplemente- tomar las imágenes tal como sin y como se nos presentan para pasar –sin más- a buscar la reglas retóricas de su concatenación definiendo sus relaciones con el lenguaje.[2] Las características más tempranas de la actual semiótica –lo sabemos- fueron su nulo interés por las relaciones entre el enunciado y el hecho, su escaso interés por la buena formación del enunciado y su gran preocupación por las estrategias enunciativas en cuanto eran capaces de hacer que algo resultara verdadero. Por consiguiente, hacia finales de los sesenta, ante un anuncio publicitario cuya fotografía representaba un vaso de bebida helada, Umberto Eco (1968) obviaba explicar si la imagen se adecuaba –y por qué razones- a la percepción de un objeto,[3] enfocando en cambio el universo de representaciones culturales puestas en juego por dicha imagen.

El impacto de la doctrina de Peirce hacia los años setenta, aún cuando el motor de la lectura e incorporación de dicha doctrina haya sido la propia corriente semioestructuralista, debería haber sido una invitación a revisar profundamente el fenómeno del iconismo. Por lo contrario, la dimensión de la teoría peirciana que más se ha privilegiado ha sido su semiosis ilimitada haciendo proliferar las interpretaciones dentro de una comunidad cultural; relegando la dimensión cognitiva del impacto con el objeto dinámico. Ahora bien, la polémica contra el iconismo y la semejanza considerada en sus aspectos más ingenuos y menos articulados no se dirigía –probablemente- contra Peirce sino contra los que confundieron el iconismo con los hipoíconos, desconociendo o simplificando en exceso las mediaciones culturales. Aún así, tal vez la idea de que los hipoíconos remiten por similitud a su objeto sin que medie un contenido, fue una manera histórica de introducir o volver a introducir en la semiótica la pregunta por la conexión entre signo y objeto dinámico que, con torpeza había sido extirpada de las semióticas relativas al lenguaje verbal.

Una observación aguda del modo en que se ha pensado la imagen en tanto signo, a lo largo de la segunda mitad del siglo xx, obliga a una serie de reconsideraciones respecto del relato más habitual y corriente acerca del desarrollo histórico de la semiótica general como campo disciplinar. Así, la secuencia que arranca con las falsas expectativas de la semiología general (casi al modelo una lingüística de la lengua), que atraviesa varias generaciones de teorías textuales, y que se orienta -finalmente- como una teoría de la discursividad en general, entremezclada con los denominados “estudios culturales”, ha de poderse revisar a la luz de una historia de la semiótica de la imagen, que por momentos parece seguir un camino sino contrapuesto, al menos propio y en alguna medida equívoco. Tras un énfasis culturalista creciente que abarca los años setenta y que borra toda huella de una prehistoria que en los sesenta atendía a la imagen como analogon de la realidad; a partir del los ochenta, cuando parecía haberse desvanecido definitivamente todo elemento realista, cobran nuevamente evidencia las pruebas a favor de las especificidades empíricas (físicas, proyectivas, computacionales, mentales, etc.) de la imagen en tanto superficie significante particular (diferente del lenguaje).

La primera de las unidades temáticas de este programa está dedicada a una reconstrucción pormenorizada de dichas instancias y procesos, poniéndose especial énfasis en la más determinante de todas las discusiones, es decir, la que tiene como objeto la semejanza del signo icónico, abarcando desde el origen mismo de la “semiología de los mensajes visuales” hasta su resolución parcial en el ensayo Sobre los espejos (Eco, 1985) y en el volumen Kant y el ornitorrinco (Eco, 1997)

A continuación, abordaremos -en una segunda unidad temática- los nuevos argumentos en torno a los viejos temas relativos a los aspectos de orden empírico y perceptivo de la producción y recepción de las imágenes. Para esto, además de introducir un conjunto de variables referidas a los procesos cognitivos, atenderemos una serie de relecturas de la doctrina de Peirce en lo que se refiere a los temas de iconicidad primaria e hipoiconicidad.

Objetivos:

Lograr que el doctorando…

(1) …adquiera los elementos conceptuales que le permitan iniciarse o desempeñarse con mayor atención y profundidad en la tarea de conocer la naturaleza y el funcionamiento de las imágenes en tanto signo, texto y discurso.

(2) …sea capaz de afianzar y profundizar, toda vez que el caso lo requiera, su tarea de interpretación y comprensión del universo semiótico por medio del manejo reflexivo de conceptos referidos a diferentes aspectos específicos de semiótica de la imagen.

(3) …sea capaz de analizar, criticar y –por lo tanto- superar las creencias habituales en relación a las imágenes visuales, las que van desde el iconismo ingenuo hasta el culturalismo y el textualismo más exacerbados.

Unidades temáticas

1 | La imagen, un signo | Historia de la imagen como problema semiótico.

2 | La imagen, un vicario | Problemas de percepción e hipoiconicidad.

Contenidos de las unidades temáticas

1 | La imagen, un signo | La imagen como problema semiótico.

1.1. Lecturas de la imagen. Desde Roland Barthes a Pierre Schaeffer. Y dentro de esto, desde “Apuntes para una semiología de las comunicaciones visuales” (Eco, 1967, 1968) hasta Kant y el ornitorrinco (Eco, 1997)

1.2. Iconofobia e iconofilia.

1.3. Modos de producción semiótica, las invenciones.

1.4. Imágenes, prótesis y espejos congelantes.

2 | La imagen, un vicario | Problemas de percepción e hipoiconicidad.

2.1. Imágenes e invenciones hipoicónicas.

2.2. El módulo visual y la gramática universal de las imágenes.

Lecturas

BARTHES ROLAND. 1963. “Rhétorique de l’image”, en Communications 4. Traducción castellana “Retórica de la imagen”, en Barthes Roland et Alt. (1973), El análisis de las imágenes (Buenos Aires: Tiempo contemporáneo).

CALABRESE OMAR, 1984, Il linguaggio dell’arte (Milano: Bompiani). Traducción castellana de R.Premat, El lenguaje del Arte (Madrid: Paidós). 3.2., “El problema del iconismo”, pp.143-164.

CALABRESE OMAR, 1984, Il linguaggio dell’arte (Milano: Bompiani). Traducción castellana de R.Premat, El lenguaje del Arte (Madrid: Paidós). 2.5.5., Umberto Eco y la estética semiótica”, pp.118-125.

ECO UMBERTO. 1968. La struttura assente (Milano: Bompiani). Traducción castellana de F.Serra Cantarell. Sección B, “La mirada discreta”, pp.185-235.

ECO UMBERTO. 1975. A theory of semiotics (Milano: Bompiani). Traducción castellana de Carlos Manzano. 3.6 Tipología de los modos de producción de signos”, pp.287-318.

ECO UMBERTO. 1985. Sugli specchi el altri saggi (Milano: Bompiani). Traducción castellana de Cárdenas Moyano. “Los espejos”, pp.11-41.

ECO, UMBERTO, 1997, Kant e l’ornitorinco (Milano: RCS Libri). Traducción castellana de helena Lozano. 6. “Iconismo e hipoíconos”, pp.391-457.

ECO, UMBERTO, 1997, Kant e l’ornitorinco (Milano: RCS Libri). Traducción castellana de Helena Lozano. “Introducción”, pp.7-16; 1.1. “La semiótica y el algo”, pp.21-23; 1.9. “De un posible desvanecimiento del ser”; 1.10. “Las resistencias del ser”; 1.11. “El sentido del continuum”; 2.8 “Relectura de Peirce”, pp.116-139; 3. “Tipos cognitivos y contenido nuclear”, pp.143-258.

GROUPE Mu. 1992. Traité du signe visuel. Pour une rhétorique de l’image (Paris: Du Seuil). Traducción castellana de Manuel Talens Carmona. II. “Introducción: El lugar de la descripción de los canales en una semiótica”, pp.51 y 52; pp.69-71.

GROUPE Mu. 1992. Traité du signe visuel. Pour une rhétorique de l’image (Paris: Du Seuil). Traducción castellana de Manuel Talens Carmona. III. “Semiótica general de los signos visuales”, pp.75-98 y IV. “El signo icónico”, pp.109-149.

JACKENDOFF RAY. 1987. Consciousness and the Computational Mind (Cambridge MIT.Press). Traducción castellana de Ana Gumiel. 9. “Niveles de estructura visual”, pp.197-226.

Bibliografía complementaria

BARTHES ROLAND. 1961. “Le message photographique”, en Communications 1. Traducción castellana “El mensaje fotográfico”, en Barthes Roland et Alt. (1973), El análisis de las imágenes (Buenos Aires: Tiempo contemporáneo).

GARDNER HOWARD. 1985. The Mind’s New Science (New York: Basic Books Inc). Traducción castellana de Leandro Wolfson. 10. “La percepción del mundo”, pp.321-331.

MALDONADO TOMÁS. 1974. Avanguardia e racionalità (Torino: Einaudi). Traducción castellana de Eduardo Subirats. “Apuntes sobre la iconicidad”, pp.229-264.

MUNAR ENRIC, ROSSELLÒ JAUME et alt. 1999. Atención y Percepción (Madrid: Alianza Editorial). CRESPO LEÓN ANTONIO, 10.Organización perceptual y reconocimiento visual del objeto, pp.339-378.

SCHAEFFER JEAN MARIE. 1987. L’image précaire (Paris: du Seuil). Traducción castellana de Dolores Jiménez.



[1] Siempre en un sentido diverso al uso que se da a estos términos en el ámbito de la ciencia cognitiva (Dennett) o de la historia del arte.

[2] En el propio ámbito de la lingüística estructuralista sucedía por entonces algo equivalente: se dejaba de lado el estudio de expresiones lingüísticas atómicas del tipo ‘El actual Rey de Francia es calvo’ para estudiar –por el contrario- textos complejos tales como narraciones y argumentaciones, así como sus estrategias enunciativas, etc.

[3] Se requiere conocimiento acerca del tema y una gran agudeza para registrar que en su célebre “Apuntes para una semiología de las comunicaciones visuales” (publicado en Communications en 1967, para ser luego convertido en la sección b. de La struttura assente [1968]), Umberto Eco no eludía el problema de la iconicidad más primaria. Aún cuando la mayor parte de las crónicas semióticas ven en dicho tramo puro nominalismo y rechazo del iconismo.